El pasado 15 de agosto, celebramos una efeméride importante para el calendario católico: la Asunción de María a los cielos. Cierto es que en Villanueva tenemos este pasaje perfectamente representado con una de las obras más importantes de la imaginería contemporánea. Y es que la Virgen de la Asunción de don Sebastián Santos Rojas permanece en la retina del recuerdo de cada uno de los feligreses que día tras día y año tras año han asistido a la Parroquia "Grande" de Villanueva.
Imagen de Ntra. Sra. de la Asunción de Sebastián Santos Rojas. |
En la pasada cuaresma, el cofrade local don Miguel Lozano Guisado trató el tema en la novedosa y conseguida revista "Pasión y Música", boletín cofrade editado y producido por la Banda de CC.TT Nuestro Padre Jesús Nazareno de Villanueva de la Serena. Como mención a dicha Imagen Mariana, traemos aquí de manera íntegra el contenido de dicho artículo, poniendo en conocimiento una gran diversidad de datos que el autor nos ofrece tras un exhaustivo trabajo de investigación.
Cuando don Pedro Sánchez de Estrada, maestro
constructor del puente de Medellín, proyectó allá por el S. XVII la fastuosa
torre de granito de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, sabía, o al
menos lo imaginaba, que dicho templo sería un museo de buena imaginería. Y es
que la portentosa arquitectura herreriana que nos ofrece el templo augura
tesoros como la Dolorosa de Benlliure, el Crucificado de Gabino Amaya o las
tallas de la Inmaculada, el Carmen o la Virgen de Guadalupe de Eduardo Pino.
Acostumbrado a leer bastante en relación a
Villanueva de la Serena y su Semana Santa, siempre aflora el sentimiento de
orgullo el poder ver el nombre de tu localidad representado en textos donde se
alaba la buena imaginería local. Pero existe un problema, una pequeña
incoherencia que nos hace esconder uno de los mejores tesoros que poseemos. Quizás
por su situación, inaccesible a contemplar todos los detalles de su belleza,
quizás porque ninguna hermandad rige unos cultos en su honor o quizás porque no
realiza salida procesional. Pero algún factor es determinante en los
villanovenses a la hora de no valorar como se merece la talla de Nuestra Señora
de la Asunción, obra de don Sebastián Santos Rojas.
El maestro trabajando en el modelado de la peana de la Virgen de la Asunción de Cantillana (Sevilla), igualmente a base querubines engarzados en una nube. |
En primer lugar, lo más correcto para
entender esta gran obra es conocer primeramente algunas nociones en relación a
su autor. Conviene conocer los rasgos principales de su biografía antes de
poder entender el concepto de imaginería que expresa con la talla de la Virgen
de la Asunción, fechada en 1958.
Como breve reseña, destacar que este
imaginero sevillano nacido en Higuera de la Sierra en 1895 pronto comenzó a
caminar dentro del mundo del arte, acudiendo a las antiguas escuelas de Arte y
Oficio de Sevilla, pero no fue hasta bien entrado en edad cuando se dedicó
profesionalmente a la imaginería. A comienzos de su carrera y siendo consciente
de que vivir de la imaginería, tanto en aquella época como en la actualidad, se
presentaba como un reto bastante difícil, alternaba su actividad profesional
con la colaboración artística en los talleres de cerámica de Triana.
Imagen de Ntra. Sra. de la Asunción de Luis Salvador, en Serradilla (Cáceres). |
Técnicamente hablando, resalto que nos
encontramos con el imagino del barroco del siglo XX, no tanto porque su
producción se estile dentro de este período artístico sino más bien porque
tanto su técnica como su forma de vida simulaban los patrones seguidos por los
imagineros de los siglos XVI y XVII. Sus modelados, su talla así como los
entresijos de las policromías y de los estofados de sus obras pertenecen a un
escalafón superior. Vivía arraigado a unas profundas creencias religiosas, un
profundo misticismo que se convertirían en el vehículo conductor que le
permitiría imponer en sus obras una unción sagrada muy profunda. Tanto es así,
que disponía de un oratorio doméstico privado dirigido espiritualmente por el
padre Ardales. Con todo ello y siempre bajo mi punto de vista, estamos hablando
del imaginero más brillante e importante de todo el siglo XX. Entre sus obras,
destacamos por supuesto a citada Virgen de gloria, pero sin olvidar su imagen
mariana de referencia, la Virgen de la Concepción de la Hermandad del Silencio
o la talla cristífera más sobresaliente de todas las que tiene, el Cristo de la
Sagrada Cena de la Hermandad del mismo nombre, ambas de la ciudad de Sevilla.
Utensilios de talla y modelado del maestro. |
Particularizando en la obra villanovense, hay
varios puntos sobre los que opinar. Como manera formal, decir que es una obra
de talla completa, con una altura algo inferior a los dos metros. Su concepción
original está basada en otra obra, Nuestra Señora de la Asunción de Serradilla
(Cáceres) de Luis Salvador Carmona, fechada en 1749. La fisionomía que presenta
la talla es digna de mención, llevando vinculado un movimiento natural muy
conseguido, transmisor del arrebato místico del glorioso instante que
escenifica, acrecentado por el revoloteo del ropaje y los ángeles que elevan en
gracioso juego en diagonales, consiguiendo el típico aparato de teatralidad del
barroco. El estudio anatómico de los querubines que sostienen la nube donde se
apoya la Señora es puro formalismo barroco. A nivel de policromía destacar el
soberbio estofado que cubre el ropaje de la Virgen realizado a la antigua
usanza, mediante láminas de pan de oro y pigmentos naturales con un resultado
espectacular. Aunque sea una técnica que nació con el Gótico, el estofado fue muy
recurrido por la imaginería española durante el barroco y muy especialmente por
la escuela andaluza. Es muy común ver esta técnica de policromía principalmente
en los atuendos tallados simulando las exuberantes telas (el propio origen
italiano de la palabra, stoffa, significa tela rica) con las que siempre se
pretende rodear a Cristo, a la Virgen y a los Santos. El análisis del conjunto
recuerda a una obra pictórica, concretamente a las de Murillo, famoso por sus
representaciones de la Inmaculada, las cuales sufrían un estudio consciente del
propio autor dando mayor realismo a la escena.
Imagen de la Divina Pastora de Aracena, con una policromía similar a Ntra. Sra. de la Asunción. |
Hay muchas historias en torno a esta Virgen
de gloria. La que más llama la atención es que es la talla religiosa más
costosa del momento, sumando la cantidad de 185.000 pesetas. También, a su
llegada a Villanueva, la talla de Nuestra Señora de la Asunción fue expuesta en
los escaparates del establecimiento comercial de “Mansilla” de la Plaza de
España. Su posterior emplazamiento presidiendo la hornacina central del Altar
Mayor de la Parroquia impediría observar con detenimiento toda el detallismo de
la obra. Persigue a esta talla la historia de que el Rostro de la Virgen se
basa en Pilar, hija del autor, fallecida justo antes de culminarla, por ello,
le fue muy difícil desprenderse de la obra. Siendo o no verdad esta anécdota,
decir que el rostro de la imagen guarda relación con otras obras marianas del
autor como la anteriormente citada Virgen de la Concepción de Sevilla.
Dolorosa de la Concepción de la Hermandad del Silencio de Sevilla, considerada la mejor dolorosa del S. XX. |
Miguel Lozano Guisado
Revista Pasión y Música 2012
Desde aquí, agradecer al autor la colaboración prestada para la disfusión del artículo en nuestra web, que a buen seguro será bien recibido por los cofrades serones. No sobra en estos casos informaciones sobre nuestro patrimonio local, en muchos casos olvidado y menos valorado. Esperamos que con estos pequeñas palabras se siga apostando por la valoración de nuestro patrimonio.
Enhorabuena!!!, gran artículo. La verdad es que tenemos auténticos tesoros infravalorados.
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